Me llamo MMCG.
Soy
funcionaria del Grupo C2 en un Instituto de Secundaria a 90
kilómetros de distancia de Málaga capital, ciudad en la que resido
junto a mi familia.
Todos
los días para poder conciliar vida laboral y familiar tengo que
realizar 180 kilómetros, con el correspondiente desgaste físico y
económico, ya que mi hijo tiene 18 meses y es inevitable pasar malas
noches, y es, en esos momentos, cuando después de apenas haber
dormido tener que enfrentarme a una hora y cuarto de carretera, con
el consiguiente peligro que ello conlleva y la desesperación llegada
al límite, ante la pérdida de toda esperanza de volver a casa en
fechas próximas, debido a la suspensión del concurso de traslado.
Todo
ello incrementado ante la impotencia de saber que mi puesto en
provisionales estaba en una Escuela de Arte justo al lado de mi casa.
El
desgaste económico, al igual que todos los que nos encontramos en
esta situación, es terrible, apenas llego a fin de mes entre gastos
de gasolina, revisiones y mantenimiento de coche, guardería e
hipoteca.
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